La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que
están situadas detrás de la garganta. Suele deberse a una infección viral o bacteriana (a menudo estreptocócica) que las hincha y enrojece, a veces con puntos de
pus blancos o amarillos. También se pueden inflamar e infectar los adenoides o vegetaciones.
La
amigdalitis puede aparecer en cualquier momento pero es particularmente común
en la niñez. En algunos casos aparecen complicaciones como anginas (un absceso detrás de las amígdalas), inflamación renal o fiebre
reumática. En la amigdalitis crónica, las amígdalas suelen inflamarse en
episodios de infección aguda que producen cicatrices
(criptas), las cuales dificultan
el tratamiento en posteriores ataques.
Síntomas: ganglios linfáticos del cuello hinchados y
sensibles. Garganta irritada y con dolor al tragar. Dolor de cabeza y de oídos,
fiebre. Debilidad general y malestar. Mal aliento y estreñimiento.
Ayurveda: ponga sobre la frente un paño con aceite de mostaza para aliviar el dolor
y reducir la fiebre. Ralle raíz de
jengibre, exprímala y mézclela con miel
y limón para hacer una bebida calmante.
Remedios domésticos: infusión de grosellero negro o el jugo de sus frutos (caliente) para tratar la
infección y aliviar la irritación de la garganta. Beba abundante miel con limón o miel con vinagre de
manzana calientes para combatir la infección e impulsar el sistema
inmunológico.
Fitoterapia: las gárgaras con salvia roja tratan la infección y reducen los síntomas. Equinácea, ajo, mirra, salvia y Baptisia tinctorica,
impulsan el sistema inmunológico. Amor
de hortelano, caléndula y raíz de fitolaca ayudan al sistema linfático. Manzanilla, flores de sauco, milenrama y
tila reducen la fiebre induciendo a sudar. Agrimonia, flores de sauco, llantén y hojas de frambueso tonifican
las mucosas y despejan el catarro y la inflamación. Consuelda malvavisco y gordolobo calman unas amígdalas doloridas.
Aromaterapia: el aceite
de tomillo es un antiséptico potente y tiene un efecto anestésico local que
reduce el malestar. Utilícelo en un vaporizador y mézclelo con un aceite
portador para masajear el cuello. Haga gárgaras con aceite de lavanda y benjuí puesto en una taza de agua hervida y fría.
El aceite del árbol del te aplicado
puro sobre las amígdalas con una torunda combate la infección y malestar. También
muy efectivo es, por la noche al irse a la cama friccionar suavemente i
repartir aceite de árbol del té en la
zona del cuello y ganglios.
Homeopatía: la amigdalitis crónica ha de tratarse
constitucionalmente pero en situaciones agudas pruebe Bell. para una garganta irritada y sensible con dolores punzantes y
cuello rígido. Hep. Para la sensación
de que se ha clavado una espina de pescado en la garganta, cuando el dolor se
alivia con bebidas calientes, con mal aliento y pus amarilla.
Lyc. Para una
garganta irritada en el lado derecho, lengua seca e hinchada pero limpia,
garganta que se mejora tomando bebidas frías y empeora entre cuatro y ocho de
la mañana o por la tarde. Mer. Cuando
la garganta esta de color rojo oscuro, hinchada, irritada, está peor en el lado
derecho, con mal aliento y sudores calientes. Phytolacca decandra para una garganta áspera, constreñida,
caliente, con amígdalas rojas e hinchadas y dolor que se extiende a los oídos. La
garganta esta peor en el lado derecho y con calor.
Vitaminas y
Minerales: el aceite de hígado de
bacalao junto a la vitamina C y
el ajo aceleran la curación.
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