martes, 16 de agosto de 2011

Lumbago: Cayena:

Cayena: (Capsicum frutescens o capsicum minimun), también llamada chile o guindilla. Aplicada por vía externa, gracias a su alto contenido en capsicina, es uno de los remedios más efectivos contra los dolores, a veces muy fuertes e inmovilizadores, causados por las lumbalgias. Esta sustancia tiene la propiedad de provocar un rápido aumento de la circulación sanguínea en la zona donde se aplica, lo que desencadena una reacción calorífica que facilita la curación de la dolencia, a la vez que ejerce un efecto analgésico y de gran alivio para el enfermo de lumbago. La cayena también presenta importantes virtudes antiinflamatorias gracias a su contenido en flavonoides, lo que incrementa su efecto benéfico sobre esta dolencia. Debido a su efecto irritante, no conviene aplicar directamente sobre la piel el polvo de la cayena. Se recomienda, por tanto, preparar una pomada a base de este fruto, con aceite de almendra y lanolina. Este ungüento permitirá utilizar la cayena sin dañar la piel gracias a las propiedades suavizantes y calmantes de estos dos ingredientes. Pomada: se vierten en un recipiente a fuego lento 200g de aceite de almendra y 100g de lanolina. Cuando se fundan, se añaden 50g de cayena en polvo y se cuece todo unos 3-4 minutos. Ponemos la mezcla en un tarro de cristal previamente esterilizado y la dejamos enfriar. Se masajea con suavidad la zona dolorida. Se aplica hasta cuatro veces al día en el ataque agudo, y después una vez antes de acostarnos.

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