domingo, 20 de febrero de 2011

Vitamina C: Vitamina E:

Radicales libres: moléculas muy reactivas que oxidan las células y aceleran el envejecimiento.

Antioxidantes: sustancias (vitaminas, minerales...) que neutralizan los radicales libres.

Vitamina C: vitamina soluble en agua que neutraliza los radicales libres presentes en las áreas del organismo que contienen agua. Se elimina a las tres horas tras su ingestión, por ello debe tomarse varias veces al día. Recomendada sobre todo a fumadores y a mujeres que toman anticonceptivos. Ayuda a sintetizar el colágeno (responsable del buen estado de la piel), interviene en la cicatrización de las heridas, alivia las encías sangrantes y estimula el sistema inmunitario. En naranja, limón, pomelo o mandarina, bayas (fresa, frambuesas o grosellas), vegetales de hoja verde, tomates, coliflor, patatas, aguacates, brécol, coles de Bruselas, mango, papayas, kiwis, cebollas, melón, pimientos verdes y perejil.

Vitamina E: vitamina soluble en grasas es un antioxidante esencial para prevenir enfermedades cardiovasculares y la arteriosclerosis. Mejora el sistema cardiovascular, aumenta el nivel de HDL (colesterol “bueno”) y disminuye la formación del LDL (colesterol “malo”), potencia las defensas, protege el cerebro, acelera la cicatrización de quemaduras y ayuda a prevenir los calambres. Se recomienda en situaciones de estrés, durante la menstruación y en la menopausia. En los aceites vegetales (oliva, girasol o maíz), verduras de hoja verde, legumbres, frutas amarillas (albaricoque, melocotón o papaya), espárragos, zanahorias, calabaza, pimientos rojos, ajo, mostaza, frutos secos y aceite de hígado de bacalao.

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